ME DIRIJO A VOSOTROS
Solo en el manantial el agua de la vida es clara y pura, y solo allí podéis sacar fuerzas y refrescaros sin temor a ingerir sustancias dañinas para vuestra alma. Solo en el manantial se encuentra la verdad pura; solo en el manantial podéis recibir directamente de la mano de Dios el alimento que es el verdadero alimento y bebida para vuestra alma. Y es por eso, que vosotros, los humanos, siempre estáis indicados hacia el verdadero manantial; es por eso que se os ha abierto el manantial del que podéis beber y refrescaros en cualquier momento, porque Dios no quiere que os veáis obligados a dar a vuestra alma un alimento inferior que no contribuye a su maduración.
Y todos vosotros podéis buscar este manantial, pues solo necesitáis conectaros íntimamente con Dios y pedirle que os alimente y os dé de beber. Y Él, sin duda os concederá esta petición, ya que Él Mismo desea hablaros, y puede hacerlo tan pronto como os abráis a Su discurso. Y como esta súplica sincera ha precedido a la Palabra de Dios, entonces no importa dónde ni cómo escuchéis o leáis la Palabra, porque ahora Dios Mismo puede intervenir. Él puede hablar a través de un siervo terrenal. Él puede guiar vuestros pensamientos cuando recibáis Su Palabra de la Escritura. Él Mismo os hablará porque esta súplica sincera de alimento para vuestras almas ha precedido a la Palabra de Dios. Y entonces no debéis temer haber recibido un alimento inadecuado para vuestras almas.
Y si ahora, se os transmiten enseñanzas espirituales erróneas … como influencia de Su adversario … las reconocéis también como erróneas, porque vuestra alma se resiste a aceptarlas, rechaza el alimento que se le ofrece. Y esto también es obra visible de Dios en vosotros, que reconozcáis lo que no proviene de Él mismo. Y así, ningún ser humano tampoco necesita preocuparse por preguntar cuál es la dirección espiritual correcta, pues en todas las denominaciones, el discurso de Dios puede ser transmitido a un ser humano si tan solo lo desea sinceramente, porque Dios verdaderamente concede esta petición …
Pero la mayoría de los seres humanos se conforman con ser fieles “oyentes de la palabra”, sin el deseo de ofrecer a sus almas comida y bebida. Y así, el alma se sacia con comida que no es buena … está demasiado lejos del manantial, y el agua ya no es pura ni clara, y por lo tanto, ya no tiene su efecto santificador y purificador. A menudo se envenena, y el alma que la bebe se enferma y se debilita cada vez más, es incapaz de elevarse y ascender, porque todo lo impuro tiene un efecto paralizante, y nada que venga de abajo y nos arrastre a las profundidades puede conducirnos hacia arriba … hacia Dios. Ningún alma alcanzará la luz, pues la luz siempre viene solo de arriba, mientras que las profundidades solo siembran oscuridad. El verdadero manantial, sin embargo, siempre será libre y abierto y accesible para todos, pero siempre requerirá también un pequeño ascenso, y esto ya demuestra que el ser humano mismo tiene que hacer un esfuerzo si quiere sacar del manantial de la vida.
Y por eso existe siempre el peligro, que cuanto más profundo fluye el agua, más contaminada se vuelve … lo que significa que la Palabra de Dios ya no puede impartir su fuerza al alma cuando se escucha sin pensar en los lugares donde se recibe, sin que el alma haya viajado primero a las alturas, a Dios Mismo … para pedirle que le proporcione el alimento y la bebida adecuados. Porque el agua de la vida tiene que ser dada a cada ser humano por Dios Mismo, tiene que ser sacado en el manantial original, porque Dios Mismo primero tiene que bendecir los dones para que traigan la Salvación al alma del ser humano …
Amén
(Las comunicaciones números 6880 y 6881 se han perdido)